María Paula Flórez Jiménez, Universidad de Navarra; Alvaro Lleo, Universidad de Navarra y Pablo Ruiz Palomino, Universidad de Castilla-La Mancha
Una de las preguntas cruciales para las empresas es cómo lograr su prosperidad a largo plazo. El desarrollo sostenible se ha vuelto fundamental para ello, pero la situación cambiante y compleja de los sistemas económicos, ambientales y sociales dificulta cumplir con este objetivo.
De hecho, se corre el riesgo de que algunas organizaciones hagan greenwashing –el blanqueo ecológico de las empresas para parecer más sostenibles de lo que realmente son– dado que es más sencillo alterar las comunicaciones sobre el desempeño que cambiarlo verdaderamente. Para enfrentar este reto y crear oportunidades de crecimiento, el propósito corporativo y la resiliencia organizativa son dos variables esenciales (y complementarias).
Sostenibilidad corporativa: el desempeño armonioso
La sostenibilidad corporativa se refiere al planteamiento no solo de objetivos económicos, sino también sociales y ambientales, para alcanzar la prosperidad a largo plazo.
Los objetivos económicos están orientados a garantizar la liquidez de la empresa, los rendimientos para sus accionistas y los recursos para las generaciones futuras.
La dimensión medioambiental implica el compromiso de no realizar actividades que degraden los ecosistemas, hacer un uso eficiente de los recursos y minimizar las emisiones.
En cuanto a la dimensión social, se refiere tanto a la búsqueda de valor y capital social para las comunidades en las que opera la organización, como al cuidado y seguridad de sus empleados.
Articular estas tres dimensiones permitirá a las organizaciones mejorar su productividad y aumentar la probabilidad de obtener beneficios sin comprometer los recursos de las generaciones futuras.
La resiliencia organizacional: Un escudo ante la adversidad
La resiliencia organizativa se refiere a la capacidad de una organización de anticiparse y adaptarse a cambios, crisis y dificultades, preservando su funcionamiento y manteniendo su identidad.
Crucial para la supervivencia de la empresa, la resiliencia se apoya en una cultura organizacional consciente de los riesgos en el entorno, lo que ayuda a la empresa a posicionarse para atender mejor las exigencias sociales, económicas y ambientales, y ser capaz de encontrar oportunidades incluso en periodos de incertidumbre.
El propósito corporativo compartido: una causa común
Por otro lado, el concepto de propósito corporativo de una empresa, que va más allá de la maximización del beneficio y de un eslogan o una campaña de marketing: recoge su identidad, lo que es significativo para ella, y se concreta en lo que hace para crear valor a sus grupos de interés.
El propósito corporativo sirve como brújula y ayuda a las empresas en la toma de decisiones. Cuando este propósito es compartido con los empleados actúa como unificador y fomenta un sentido de causa común y pertenencia.
Sostenibilidad, resiliencia y propósito: un círculo virtuoso
Nuestra investigación muestra que existe una estrecha relación entre propósito, sostenibilidad, y resiliencia, en la que cada una refuerza a las demás, formando ciclos de retroalimentación positiva entre ellas, lo que puede conducir a la prosperidad a largo plazo de las organizaciones.
Al fomentar un sentido de causa común, el propósito corporativo favorece la implicación de la organización con los grupos de interés, y viceversa. También favorece la generación y gestión del conocimiento, lo que mejora la resiliencia organizativa. Esto, a su vez, la posiciona mejor ante los cambios y desafíos del entorno y la encamina hacia la sostenibilidad corporativa.
Además, un propósito definido no sólo guía los esfuerzos de sostenibilidad y resiliencia, sino que también se ve reforzado por sus efectos positivos. Por ejemplo, la resiliencia organizacional puede ayudar a garantizan el cumplimiento del propósito de la organización, ya que permite retener la identidad organizacional durante disturbios. Así mismo, el desarrollo sostenible favorece la alineación entre diferentes propósitos y provee recursos económicos para la continuidad del propósito. Adicionalmente, las prácticas sostenibles permiten a las organizaciones anticiparse a los riesgos y de esta manera ser más resilientes.
Para la prosperidad de las organizaciones
Entendida la interconexión entre propósito corporativo, resiliencia organizacional y sostenibilidad corporativa y sus beneficios para su prosperidad a largo, la empresa debe:
Tomar conciencia de la importancia de tener un propósito corporativo bien definido, que haga de palanca para la resiliencia organizativa y la sostenibilidad corporativa.
Compartir con stakeholders y empleados, mediante palabras y acciones, el propósito corporativo, para llevarlos a pensar y reflexionar sobre sus propios valores, sus conexiones con dicho propósito y con cómo ayudar a alcanzarlo, y que puedan sentir que sus tareas diarias contribuyen a cumplirlo.
Entender la resiliencia organizativa y la sostenibilidad corporativa como apoyos del propósito corporativo. Los directivos pueden esperar que el propósito compartido se refuerce en la medida que la organización es más resiliente y sostenible. Por tanto, pueden promover simultáneamente otras iniciativas que fomenten comportamientos sostenibles y les permita anticiparse y adaptarse a los cambios y las crisis.
María Paula Flórez Jiménez, Investigadora EICEA, Universidad de la Sabana. Investigadora Purpose Strength Project, Universidad de Navarra; Alvaro Lleo, Profesor Titular. Director del Master en Dirección de Personas en las Organizaciones (MDPO). Investigador principal del Purpose Strength Project y co-director de la Cátedra ISS sobre desarrollo de organizaciones sostenibles, Universidad de Navarra y Pablo Ruiz Palomino, Catedrático de universidad, área de Organización de Empresas, Universidad de Castilla-La Mancha
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.